CONFLICTO ENTRE PABLO Y BERNABÉ (II). Hch 15,36-41.

                    36 Unos días más tarde le urgió Pablo a Bernabé:
                    - Vamos otra vez a visitar a los hermanos en todas aquellas ciudades donde anunciamos el mensaje del Señor, para ver cómo están.
                    37 Bernabé quería llevarse con ellos a Juan el llamado Marcos.
38 Pablo, en cambio, opinaba que a uno que, en vez de acompañarlos en la obra, los había dejado plantados en Panfilia, no debían llevarlo con ellos.
39 El conflicto se agudizó tanto que se separaron uno de otro: Bernabé se llevó a Marcos y se embarcó para Chipre;
40 Pablo, por su parte, escogió a Silas y, encomendado por los hermanos al favor del Señor, se marchó de allí
41 y fue atravesando Siria y Cilicia afianzando a las comunidades.

EXPLICACIÓN.

36 - 41.     Al cabo de unos días surge un nuevo conflicto: Pablo apremia (sentido fuerte de la partícula gr. dê, cf. 13,2) a Bernabé a visitar juntos las comunidades fundadas en la primera fase; de la propuesta de Pablo (36: "para ver cómo están") no se deduce su intención (cf. 16,4). Bernabé condiciona la visita a la participación activa de Juan Marcos (cf. 12,25), el garante del mensaje (cf. 13,5b), que se había separado de ellos debido al cariz judaizante que había tomado la misión (cf. 13,13b). Desea que la visita se realice de acuerdo con el mensaje del que es portador Marcos (37).

                 Negativa rotunda de Pablo, tildando a Juan Marcos, a quien nombra despectivamente con el pronombre "éste" colocado al final (intraducible), de "desertor" (38). El conflicto alcanza el "paroxismo" (lit.) y desemboca en la disolución del grupo misionero elegido por el Espíritu (39a, cf. 13,2).

                Bernabé se lleva con él a Marcos (única vez que se lo nombra sólo por el nombre latino, resaltando su función) y recomienza la misión en su punto de partida, Chipre (39b; cf. 13,4). Pablo escoge a Silas y sigue el itinerario señalado por la carta sinodal (cf. v.23), visitando comunidades que él no ha fundado (40s). La rec. occ. puntualiza: "comunicándoles las prescripciones de los responsables".

               No es difícil de adivinar, por los diversos derroteros que toma la misión, que Bernabé, aun acatando la resolución de Jerusalén, no está de acuerdo con el espíritu que la impregna: por eso no acepta visitar de nuevo las comunidades fundadas para comunicar también a éstas la letra del decreto y lo hace en cambio acompañado del evangelista Marcos.

              Por otra parte, Pablo no sólo comunicará las prescripciones de los responsables a las comunidades de Siria y Cilicia, según el texto de la carta, sino que por propia iniciativa las mandará observar a las comunidades fundadas en la primera fase de la misión (cf. 16,4) y a las que se fundarán en la segunda fase (cf. 16,20s). A pesar de su innegable apertura a los paganos, Pablo sigue creyendo en el papel histórico de Israel.