miércoles, 9 de marzo de 2011

CONFLICTO ENTRE PABLO Y BERNABÉ. Hch 15,30-35.

                   30 Ellos, pues, se despidieron y bajaron a Antioquía, donde congregaron a la asamblea y entregaron la carta.
31 Al leerla se alegraron de aquellas palabras de aliento.
32 Tanto Judas como Silas, siendo ellos también profetas, hablaron largamente alentando y afianzando a los hermanos.
33 Pasado algún tiempo fueron despedidos cordialmente por los hermanos para que volviesen a los que los habían enviado.
35 Pablo y Bernabé se detuvieron en Antioquía enseñando y anunciando con otros muchos el mensaje del Señor.

EXPLICACIÓN.

30 - 35.         Entrega de la carta a la comunidad de Antioquía (30). Alegría porque no ha prevalecido la tesis de los creyentes fariseos (cf. vv. 1.5): "por aquellas palabras de aliento" (lit. "por aquella exhortación", propia del Espíritu Santo, cf. 9,31) (31).

                     Judas y Silas, comisionados para comunicar de palabra las imposiciones legales (cf. v.27: "lo mismo"), "siendo también profetas" (la rec. occ. añade: "llenos de Espíritu Santo"), se dedican en cambio a alentar (lit. exhortar) de palabra y a confortar a los hermanos (32). Despedida de los enviados (33). Silas decide quedarse en Antioquía, según precisa la rec. occ: "Pero Silas decidió quedarse allí; Judas se fue él solo" (34). Pablo y Bernabé siguen enseñando y comunicando la buena noticia (35).

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