viernes, 15 de abril de 2011

MALTA. LA "SALVACIÓN" DE PABLO Y DE SUS COMPAÑEROS DE VIAJE. Hch 27,39-28,10.

  39 Cuando se hizo de día, no reconocían la tierra, pero divisaron una ensenada con su playa, y se propusieron varar la nave allí, si les resultaba posible.
40 Soltaron las anclas de ambos lados dejándolas caer al mar, al tiempo que soltaban las correas de los timones, izaron la vela de popa y a favor de la brisa se fueron acercando a la playa.
41 Pero toparon con un bajío y encallaron; la proa se hincó y quedó inmóvil, mientras la popa se deshacía por la violencia de las olas.
42 Los soldados resolvieron matar a los presos, para que ninguno se escapase nadando;
43 pero el centurión, decidió a salvar a Pablo, les impidió realizar su propósito; a los que sabían nadar les mando echarse al agua los primeros y salir a tierra,
44 a los demás les dijo que se valiesen de tablas o de restos de la nave. Así todos alcanzaron la tierra sanos y salvos.
28          1 Una vez a salvo, supimos entonces que la isla se llamaba Malta;
2 los indígenas nos trataron con una humanidad poco común: como estaba lloviendo y hacía frío encendieron una hoguera y nos acogieron a todos.
3 Pablo recogió una brazada de ramas secas y la echó en la hoguera, y una víbora, huyendo del fuego, se le enganchó en la mano.
4 Los indígenas, al ver al animal colgándole de la mano, comentaban:
                  - Seguro que este hombre es un asesino; se ha salvado del mar, pero la diosa Justicia no le consiente vivir.
                  5 Pablo, por su parte, sacudió al animal en el fuego y no sufrió ningún daño.
6 Los otros esperaban que de un momento a otro se hincharía o caería muerto de repente; aguardaron un buen rato y, viendo que no le pasaba nada anormal, cambiaron de parecer y empezaron a decir que era un dios.
                 7 En los alrededores de aquel lugar tenía unos campos el principal de la isla, de nombre Publio; nos recibió y nos hospedó tres días amigablemente.
8 Coincidió que el padre de Publio guardaba cama aquejado de fiebre y disentería; Pablo entró a verlo, oró, le aplicó las manos y lo curó.
9 Como consecuencia de esto los demás enfermos de la isla fueron acudiendo y se curaban.
10 Ellos a su vez nos colmaron de atenciones, y al hacernos a la mar nos proveyeron de todo lo necesario.

EXPLICACIÓN.

27,39-28,10.   Naufragio. El centurión (cf. Lc 23,47) salva a Pablo de una muerte segura (42s) Llegada "a la tierra", salvación para todos (44). Reconocimiento de la isla (28,1): "la tierra" (con art.) es figura de la nueva tierra prometida, tierra de bárbaros (2,4), representada aquí por la isla de Malta 81). También Pablo, como en otro tiempo el pueblo de Israel, "ha escapado del mar" (4b).

                       Juicio contra Pablo, al verlo mordido por una víbora (3s). Prodigiosamente no sufre daño alguno (5). El Dios de Pablo está por encima de todo lo que los paganos conocen. Entonces lo consideran un dios (5s, cf. 14,11). No se comprueba resistencia alguna de Pablo ni se habla de que les expusiera el mensaje (cf., en cambio, 14,11-18).

                      Pablo cura al padre de Publio, jefe de la isla, aquejado de fiebre (7s, cf. Lc 4,38s). Acuden los demás enfermos, y Pablo los cura (9, cf. Lc 4,40s). Pablo realiza curaciones sólo cuando ejerce la misión entre los paganos (cf. 14,3-10; 15,12; 19,11s). Los paganos los colman de bienes (10).                

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