16 1 Llegó a Derbe y luego a Listra. Resultó que
había allí un cierto discípulo, de nombre Timoteo de madre judía creyente, pero
de padre griego.
2 Éste gozaba de
buena reputación entre los hermanos de Listra e Iconio.
3 Por eso quiso Pablo
que se fuera con él y lo circuncidó por causa de los judíos que vivían en
aquella región, pues todos sabían que su padre era griego.
4 Al pasar por las ciudades
les comunicaban los decretos sancionados por los apóstoles y responsables de la
ciudad de Jerusalén, para que los observasen.
EXPLICACIÓN.
Segunda fase de la misión: Macedonia y Grecia (16,1-18,23): Se
caracteriza por la contemporización de Pablo (16,1-4) y los impedimentos
puestos por el Espíritu al principio de la misión para encaminarla hacia Europa
(16,5-10). En la primera etapa, Filipos, alternarán la conversión de una
prosélita judía (16,11-15) con el espíritu de adivinación del paganismo
(16,16-24) y la conversión del carcelero pagano (16,25-40). Las siguientes
etapas serán Tesalónica (17,1-9) y Berea (17,10-15), en las que Pablo polemiza
y es perseguido por los judíos; Atenas, donde su fracaso será manifiesto
(17,16-34), y Corinto, donde el Señor alentará a Pablo (18,1-17). Termina con
un epílogo que pone fin a la segunda fase de la misión (18,18-23).
1- 4. La
segunda fase comenzaba, sin duda, con el encabezamiento conservado por la rec.
occ.: "Después de atravesar estas naciones, llegó a Derbe, etc."
(1a), es decir, después de cumplir el encargo de la carta sinodal continuó el
viaje hasta alcanzar las ciudades que ya había visitado, pero empezando por las
últimas (cf. 14,20b-21.8-20a).
Timoteo,
presentado como personaje representativo de un estamento ("cierto
discípulo"), judío por parte de madre, era muy estimado en la comunidad
cristiana de Listra, de origen pagano. Su circuncisión hecha por Pablo para
congraciarse a los judíos de la región, que habían roto definitivamente con él
(cf. 14,19), muestra la actitud contemporizadora de éste (1b-3). La
circuncisión incorporaba a Israel y comprometía a observar la Ley (15,5).
Aunque Pedro había dejado claro que la Ley no tenía validez para los paganos ni
para los mismos judíos (15,10s), Pablo sigue creyendo en la posición
privilegiada de Israel, sostenida por Santiago (cf. 15,14-21) y predicada antes por él (cf.
13,26): por esto promulga las prescripciones del concilio más allá del ámbito
señalado por éste (cf. 15,23) (4).
La rec.
occ. puntualiza: "Mientras atravesaban las ciudades, predicaban y les
transmitían con toda valentía que el Señor Jesús es el Mesías, al tiempo que
les comunicaban las prescripciones de los apóstoles, etc.".
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