5 Las comunidades,
pues, se robustecían en la fe y crecían en número de día en día.
6 Mientras tanto
ellos atravesaron Friga y la región de
Galacia, pues el Espíritu Santo les había impedido exponer el mensaje en la
provincia de Asia.
7 Al llegar al confín
de Misia intentaron dirigirse a Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se lo
consintió.
8 Entonces cruzaron
Misia y bajaron a Tróade.
9 Aquella noche Pablo tuvo
una visión: se le apareció un macedonio que, de pie, le suplicaba:
- ¡Pasa aquí a Macedonia y
ayúdanos!
10 Apenas tuvo la visión, nos
esforzamos por salir inmediatamente para Macedonia, convencidos de que Dios nos
había llamado a nosotros a darles la buena noticia.
EXPLICACIÓN.
5 - 10. Lc
contrasta el robustecimiento de las comunidades (5s, cf. 9,31s, donde se usa la
misma fórmula de contraste) con los impedimentos que conducen a los misioneros
a un callejón sin salida (6-8). Pero una visión los saca de la perplejidad
("noche"), indicándoles el camino a seguir: un representante
("cierto individuo") de Macedonia los invita a pasar a Europa en su
ayuda (9).
Aparece aquí, por primera vez en el texto ordinario, un grupo anónimo
que acompaña a Pablo, en determinadas ocasiones y que habla en primera persona
del plural (10). Lc se sirve en Hch, de ese artificio literario para indicar o corroborar que una
determinada iniciativa proviene del Espíritu, como muy bien ha entendido la
rec. occ. (que los había anticipado ya en 11,28): "Vuelto en sí (Pablo),
nos contó la visión, y comprendimos que el Señor nos había llamado a dar la
buena noticia a los habitantes de Macedonia".
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